Precauciones en los rí­os

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Bajar ríos en kayaks es potencialmente peligroso. Todo el que desee jugar en los ríos debe, ante todo, ser un buen nadador. Idealmente, cada remador debe estar preparado para rescatar a sus compañeros. El código de seguridad de American Whitewater Association] es un buen recurso para leer al respecto. A continuación sigue una adaptación del código de seguridad de American Whitewater Association, traducida al español.

Código de Seguridad

Este código ha sido preparado usando la mejor información disponible y ha sido revisado por una amplia variedad de expertos en descenso de aguas blancas. Sin embargo, el código es sólo una colección de guías; los intentos de minimizar el riesgo deben ser flexibles, sin ser constreñidos por un conjunto de reglas rígidas. Las condiciones cambiantes de los ríos y las metas del grupo se combinan con circumstancias impredecibles y pueden requerir procedimientos alternos. Este código no tiene nada que ver con guías o proveedores de servicio en los ríos.


I. Preparación Personal y Responsabilidad

  1. Se un nadador competente, con la habilidad de manejarte bajo el agua.
  2. Usa un flotador. Un flotador ajustado ofrece protección a la espalda y los hombros, así como la flotación necesaria para nadar seguramente en aguas blancas.
  3. Usa un casco sólido y bien ajustado cuando hay posibilidades de voltearse. Esto es esencial en kayaks o canoas cerradas y recomendable para canoas con tiras en los muslos o balsas bajando chorros y caídas empinadas.
  4. Nunca remes fuera de control. Tus habilidades deben ser suficientes para detenerte o llegar a la orilla antes de caer en peligro. No entres en un rápido a menos que estés razonablemente seguro de poder bajarlo seguramente y sin lastimarte.
  5. Los ríos con aguas blancas contienen muchos peligros que no siempre son fácilmente reconocibles. Las siguientes son las principales causas de accidentes fatales.
    1. Aumento en el nivel del río. La velocidad y el poder del río aumenta tremendamente cuando el flujo crece, incrementando la dificultad de la mayoría de los rápidos. El rescate se hace progresivamente más difícil a medida que el nivel de agua sube, añadiendo al peligro. Detrito flotante y cernidores pueden convertir un rápido fácil en un peligro. En ocasiones es difícil juzgar el nivel del río en el lugar de partida por que un aumento pequeño en un lugar amplio y poco profundo se multiplicará muchas veces donde el río se estrecha. Usa información de niveles de flujo siempre que sea posible y está pendiente de los efectos de la lluvia en la cabecera de los ríos.
    2. Coladores. Follaje, ramas, arboles caídos, rocas socavadas, o cualquier otro objeto que permite que el agua pase a través puede atrapar un bote contra el obstáculo. La presión del agua en esta forma puede ser abrumadora. El rescate es frecuentemente en extremo difícil. Uno puede quedar atrapado en una corriente rápida con poco o nada de aguas blancas para prevenir del peligro.
    3. Represas, muros, reversas, huecos, e hidráulicos. Cuando el agua cae tras un obstáculo se devuelve sobre si misma, formando una fuerte corriente río arriba que es capaz de aguantar un bote o a un nadador. Algunos huecos son excelentes para deporte. Otros son comprobados asesinos. Los remadores que no pueden distinguir la diferencia deben evitar todos los huecos que los pongan a dudar. Los hidráulicos causados por el hombre que se forman tras las represas debe tratarse con el máximo respeto sin importar la altura de la caída del agua o el nivel del río. No obstante su apariencia benigna, pueden ser una trampa sin posible escapatoria. La única escapatoria para el nadador es sumergirse hasta encontrar la corriente que fluye bajo la reversa en la superficie.
  6. Ladearse. Cuando un bote se da de lado contra las rocas en una corriente fuerte puede colapsar o abrazarse contra el objeto que lo detuvo. Esto es especialmente peligroso para los remadores de kayaks o canoas cubiertas. Estos botes pueden colapsar y la combinación de un material casi indestructible y lo ajustado de las abrazaderas pueden crear una trampa mortal. Aún sin quedar atrapados, un bote ladeado contra las rocas puede ser casi imposible de zafar. Para evitar que el bote se atrape contra las piedras hay que mover el peso río abajo al golpear los obstáculos. ->\0 Esto permite que la corriente se deslice bajo el casco del bote sin ningún problema.
  7. Remar solo debe evitarse. El mínimo es un grupo de tres personas o dos botes.
  8. Hagan un juicio razonable de sus habilidades en un bote y no intenten bajar ríos o rápidos que estén más allá de sus habilidades.
  9. Manten buenas condiciones físicas y mentales, consistentes con las dificultades que se pueden esperar. Juzgua apropiadamente la pérdida de habilidad debido a la salud, la edad, o la condición física. Cualquier limitación de salud debe ser comunicada a los compañeros de remo antes de iniciar el viaje o la bajada.
  10. Tengan práctica en habilidades de auto-rescate, incluyendo como escapar de un bote volteado. El rol esquimal es altamente recomendado para los que bajen ríos de Clase IV o más.
  11. Tengan práctica en habilidades de rescate, RCP y primeros auxilios con énfasis en el tratamiento de hipotermia. Esto puede salvar la vida de sus amigos.
  12. LLevar equipo para emergencias inesperadas, incluyendo calzado que los proteja si tienen que salir caminando del río, una cuerda de rescate, silbato, y fósforos a prueba de agua. Si usan anteojos, amarrénselos y carguen un par de repuesto en viajes largos. Cinta ahesiva de tela en bajadas cortas y un equipo de reparación completo en viajes de varios días. No usar ropa abultada ni botas pesadas que limiten su habilidad de nadar libremente.
  13. A pesar del énfasis en el apoyo al grupo que se refleja en este código, los remeros son últimamente responsables por su propia seguridad y deben asumir la responsabilidad de sus decisiones en cuanto a:
    1. Participar en cualquier viaje. Esto debe incluir la evaluación de las dificultades esperadas en el punto de entrar al río.
    2. La selección del equipo apropiado, incluyendo el bote adecuado para su habilidad y el equipo de rescate y supervivencia.
    3. La decisión de revisar cualquier rápido y pasarlo caminando si es lo más conveniente. Otros miembros del grupo pueden ofrecer sugerencias y consejo, pero los remadores deben resistir presión de cualquiera cuando se trata de remar por encima de sus habilidades. También es su responsabilidad la de pasar por alto cualquier oportunidad de salir del río.
    4. Todos los participantes deben evaluar consitentemente su seguridad y la del grupo, expresando cualquier duda cuando es apropiado y lo que consideren como el mejor plan de acción. Todos los remeros deben considerar la responsabilidad de hablar con cualquier persona que esté actuando inapropiadamente en el agua, aún cuando no sea parte del grupo.



II. Preparación del Bote y el Equipo

  1. Prueben equipo nuevo y diferente bajo circumstancias familiares antes de depender del mismo in situaciones difíciles. Esto es epecialmente aplicable al adoptar un nuevo diseño de kayak o sistema de ajuste interno. Los botes de bajo volúmen presentan peligros adicionales a remeros con poca experiencia o acondicionamiento físico.
  2. Aseguren que su bote y su equipo este en buen estado antes de comenzar un descenso. Mientras más aislado y difícil sea el descenso, más rigurosa debe ser la inspección.
  3. Instalar bolsas de flotación en botes no-inflables, aseguradas en ambos extremos y diseñadas para desplazar la mayor cantidad de agua posible. Los botes inflables deben tener múltiples recámaras de aire y deben probarse antes de iniciar el descenso.
  4. Usar remos fuertes y de tamaño apropiado para controlar la embarcación.
  5. Afinar el ajuste del bote con seguridad.
    La facilidad de escaparse de un kayak no debe ser comprometida por un bote muy apretado. Es responsabilidad del remero asegurarse que no haya nada que lo atrape al voltearse accidentalmente en su kayak. Salir con fácilidad del kayak es un elemente esencial para la seguridad en los rápidos. Esto incluye:
    1. Polleras que no se suelten confiablemente o que se suelten prematuramente.
    2. Ajuste del bote muy apretado que no permita una salida rápida del bote. Esto incluye descansos para los pies que fallen o permitan que el pie se acuñe bajo los mismos.
    3. Sogas sueltas que puedan ser atrapadas o que atrapen al remador. Todos los artículos deben estar apropiadamente amarrados y el exceso de cuerdas debe ser ajustado para que no se meta en el camino. No hacer nudos al final de las cuerdas por que pueden atraparse entre las rocas.
  6. Proveer cuerdas que te permitan sujetar el bote para que pueda ser rescatado. Se recomienda lo siguiente:
    1. Kayaks y canoas cubiertas deben tener manijas para sujetarse que admitan una mano adulta normal. La cuerda de popa es permitida si está adecuadamente asegurada.
    2. Las canoas abiertas deben tener cuerdas de proa y de popa de 8 - 10 piés de 1/4 o más. Estas deben asegurarse de manera tal que se puedan agarrar con facilidad pero que no se suelten accidentalmente.
    3. Las balsas pueden tener una línea de perímetro enzartada en anillos. Si se usan anclajes para los piés, estos deben estar diseñados de manera tal que el pié no pueda atascarse.
  7. Tenga en mente la capacidad de carga de su embarcación. La mayoría de las balsas tienen una tripulación mínima a la que pueden añadirse en viajes de un día o rápidos fáciles. No se debe bajar un rápido con más de dos personas en una canoa.
  8. Las barras del carro deben estar adecuadamente fijadas a su vehículo, al igual que las parrillas. Sujete sus botes a cada una de las barras y amarre los extremos a los parachoques. Esta configuración puede resistir casi cualquier accidente.



III. Preparación de Grupo y Responsabilidad

  1. Organización. Un descenso de ríos debe considerarse como una aventura común por todos los participantes, excepto en viajes de instrucción o guíados comercialmente. Los participantes comparten la responsabildad por la conducción del viaje, y cada participante es individualmente responsable por juzgar sus habilidades y su seguridad a medida que el viaje progresa. Los participante son exhortados (pero no obligados) a que ofrezcan sus consejos y guianza para la consideración independiente de los demás participantes.
  2. Condiciones del río. El grupo debe tener un conocimiento razonable de la dificultad del descenso. Los participantes deben evaluar esta información y ajustar sus planes en concordancia. Si el viaje es de naturaleza exploratoria y nadie está familiarizado con el terreno, deben consultarse los mapas de área y, si están disponibles, libros o guías del río. Los participantes deben procurar consequir información precisa del flujo del río, especialmente si el descenso es muy difícil. Tomar en cuenta posibles cambios en el nivel del río y cómo esto afecta la dificultad del río (especialmente si hay posibilidad de fuertes lluvias).
  3. El equipo del grupo debe estar acorde con la dificultad del río. El grupo siempre debe tener una cuerda de rescate disponible, y se recomienda una cuerda por bote en descensos díficiles. La lista puede incluir: mosquetones, prussics, poleas, botiquín de primeros auxilios, serrucho plegable, encendedor, guías del río, mapas, comida, ropa extra, y otros artículos de rescate y supervivencia ameritados por las condiciones. No todos los artículos son necesarios en todos los descensos y esta lista no debe sustituir el buen juicio.
  4. Mantener el grupo compacto, pero siempre cuidando de no apretarse tanto que las colisiones sean un problema. Si el grupo es grande, considerar dividirlo en grupos pequeños y usar el "sistema de parejas" para seguridad adicional. Mantenerse cerca para facilitar la comunicación pero cuidarse de obstaculizar el descenso.
    1. Un remador de punta marca el ritmo. Cuando estés al frente, no te metas hasta la cabeza en líos. Nunca corras rápidos en los que no puedes ver una ruta clara hasta el fondo, o, para remeros avanzados, una línea clara hasta el próximo eddy. Cuando tengas duda, para y explora.
    2. Mantén la pista de todos los miembros del grupo. Cada bote mantiene al bote que le sigue a la vista. Detenerse si es necesario para esperar al siguiente bote. Tener presente cuanta gente hay en el grupo y tomar conteos regularmente. Nadie debe adelantarse o salirse del río sin avisarle al grupo, y no quedarse atrás en los rápidos más difíciles. Si el grupo es grande y de habilidades variadas, tomar en cuenta designar un remero escoba que cuide la retaguardia.
    3. Cortesía. No te le cruces a un bote bajando un salto o un rápido. Siempre fíjate río arriba antes de salir de un eddie o salir a jugar.
  5. Plan de vuelo. Siempre es importante dejar con alguien el plan del viaje para que estén pendientes de nuestro retorno y avisen a las autoridades en caso de una demora fuera de lo normal.
  6. Drogas. El uso de alcohol o drogas que alteren la razón durante viajes en el río no es recomendable. Se pierde el filo de nuestros sentidos y la velocidad de los reflejos, se obnubila el juicio y la capacidad de tomar decisiones es afectada. Esto interfiere con reflejos importantes para los sobrevivencia.
  7. Viajes de instrucción o guíados comercialmente. En contraste con el típico viaje de aventuras, en estos viajes el instructor o el guía asume ciertas de las responsabilidades normalmente ejercidas por el grupo. Estos formatos reconocen que hay participantes con poca o ninguna experiencia en el ámbito de los ríos. Ahora, a medida que los participantes van adquiriendo experiencia en los rápidos y los ríos, cada uno toma responsabilidades mayores en relación a su propia seguridad.



IV. Guía para Rescate en el Río

  1. Recupérate de una volteada con un rol esquimal siempre que sea posible. Sal de tu kayak si hay peligro inminente de quedar atrapado contra las rocas, ramas o cualquier colador.
  2. Si quedas nadando, sujeta to kayak. Tiene mucha flotación y es fácil de ver por los rescatistas. Mantente río arriba de tu bote para que no quepa peligro de ser aplastada/o contra las piedras por la fuerza de la corriente. Las personas con buen balance puede subirse en un kayak volteado o una balsa y remar a la orilla.
  3. Suelta tu bote si mejora tus oportunidades, especialmente si el agua es fría y hay rápidos difíciles adelante. Activamente intenta el auto-rescate cuando nadar a la orilla es una posibilidad factible. Está preparado para ayudar a los que vengan a rescatarte.
    1. Cuando estes flotando en rápidos de poca profundidad, o muy obstaculizados, flota con los pies hacia abajo y en alto. No intentar pararse en agua que se mueve muy rápido si es más alta que la rodilla; si tu pié se atora en el fondo, la corriente puede mantenerte bajo el agua y no permitirte respirar (te ahogas). Nada hacia el agua poco profunda o lenta antes de intentar pararte. Siempre ten tu vista río abajo. Evita coladores, piedras socavadas, o troncos que te puedan atrapar nadando proactivamente para evitarlos.
    2. Si los rápidos son profundos y poderosos, ponte boca abajo y nada con fuerza hacia la orilla. Está pendiente de eddies o de aguas lentas para ayudarte a llegar a la orilla. Los nadadores buenos pueden hacer un ferry (balsear) río arriba y llegar a la orilla rápido. Ahora, si las orillas están obstruidas con ramas, coladores, o rocas socavadas, es mejor jugárselas y esperar llegar al final del rápido.
  4. Si otros se voltean y terminan nadando, ve por el nadador primero. Rescata el bote y el equip sólo si esto se puede hacer con seguridad. Mientras que los compañeros están exhortados a ayudar en el rescate hasta el límite de sus habilidades, sólo deben hacerlo si su seguridad no será comprometida. La primera responsabilidad del rescatista es no complicar la situación al volverse una víctima adicional.
  5. El uso de cuerdas de rescate requiere entrenamiento; el uso desinformado puede causar daño. Nunca te amarres a cualquier extremo de una cuerda sin un sistema de liberación rápida confiable. Ten un cuchillo a mano para poder liberarte de cualquier enredo inesperado. Aprende a colocar líneas fijas, a lanzar la cuerda de rescate con precisión, a hacer un "belay" eficientemente, y a manejar la cuerda que ten lancen.
  6. Cuando te toque revivir a un ahogado, ten presente que el frío puede aumentar las posibilidades de un ahogado. Las víctimas de hipotermia tienes signos vitales deprimidos de manera que se siente y parecen muertos. No te rindas; continua el RCP por todo el tiempo posible, hasta que lleguen los paramédicos si es necesario, sin comprometer la propia seguridad.



V. Señalels Universales en los Ríos

Estas señales pueden reemplazarse por otras siempre que el grupo se haya puesto de acuerdo antemano.


alto

Alto: Peligro potencial adelante. Espera la señal de "todo bien" antes de proceder o explora adelante. Forma una barra horizontal con los brazos extendidos. Aquellos que vean la señal deben pasarla a los que estén más arriba.


ayuda

Ayuda / Emergencia: Asiste a quien esté señalando lo más pronto posible. Emite tres silbatos fuertes mientras mueves el remo, el casco, el salvavida sobre tu cabeza. Si no tienes un silbato disponible, usa la señal visual solamente. La mejor forma de cargar el silbato es amarrado al chaleco de flotación.


todo bien
Right.gif

Todo Bien: Avancen, todo esta bien. En ausencia de otra dirección, avanzar por el centro. Formar una barra vertical con el remo, o con la mano en alto. La pala del remo debe colocarse plana para máxima visibilidad. Para señalar una dirección específica o un preferencia en la línea de descenso, inclinar el remo o la mano en la dirección que se desea en un ángulo de 45°. Nunca señalar en la dirección del obstáculo que se desea evitar.


OK

Estoy bien: Estoy OK y no estoy lastimado. Manteniendo el codo hacia un lado tocarse la cabeza repetidas veces.


VI. Escala Internacional de Dificultad en los Río

Kayak en aguas blancas

El kayak en "aguas blancas" es una experiencia excitante, desafiante y a veces peligrosa. Se practica en ríos de clase III, IV y V, por lo que enfrentarse a ríos con este grado de dificultad requiere de amplios conocimientos técnicos, y mucha preparación física y sicológica que debe adquirirse a través de un instructor o escuela calificada y mucha práctica.

Clasificación de los ríos según grado de dificultad

Clase I. Fácil 
Corriente rápida con las ondulaciones y olas pequeñas. Pocas obstrucciones, todas obvias y fácilmente superables con un poco de entrenamiento. El riesgo para los nadadores es bajo y el auto-rescate es fácil.
Clase II. Principiante 
Rápidos directos con canales anchos y claros que son evidentes sin necesidad de exploración previa. Se requieren maniobras ocasionales, pero las rocas y olas de tamaño mediano son fácilmente superadas por remadores entrenados. Escaso peligro para los nadadores y rara vez requiere de la ayuda del grupo.
Clase III. Intermedio 
Rápidos con olas moderadas e irregulares que pueden ser difíciles de evitar y que pueden hundir una canoa abierta. Las maniobras complejas sobre corrientes rápidas y control preciso de la embarcación en pasos estrechos son necesarias. Olas grandes y sifones (strainers) son fácilmente evadibles. Exploración previa es recomendable para los inexpertos. Las lesiones a los nadadores son raras y el auto rescate es fácil, pero puede requerir asistencia del grupo para evitar largas nadadas.
Clase IV. Avanzado 
Rápidos intensos, poderosos pero predecibles que requieren control preciso de la embarcación en aguas turbulentas. Dependiendo de las características del río, puede presentar olas grandes y hoyos inevitables que demandan maniobras rápidas y bajo presión. Salidas rápidas a las aguas muertas (eddy turns) son necesarios para iniciar maniobras, explorar los rápidos o descansar. La exploración es necesaria la primera vez. El riesgo de lesiones a los nadadores es de moderada a alta y las condiciones del agua hacen el auto rescate muy difícil. La asistencia del grupo es necesaria y requiere habilidades previamente desarrolladas.
Clase V. Experto 
Rápidos extremadamente largos, violentos y sin obstrucciones que exponen a riesgos sobre el promedio. Las bajadas pueden contener olas y hoyos grandes e inevitables, caídas empinadas con rutas exigentes y complejas. Los rápidos pueden continuar largas distancias entre remansos requiriendo un alto rendimiento físico. La exploración es obligatoria pero a veces difícil. Nadar es peligroso y el rescate muy difícil aún para expertos.
Clase VI. Extremo 
Un grado más difícil la clase V. Esta clase ejemplifica los extremos de dificultad, impredictibilidad y peligro. La consecuencia de los errores son muy severas y el rescate puede ser imposible. Solo para equipos expertos, con niveles de agua adecuados y tomando todas las precauciones. Esta clase no representa bajadas imposibles pero si aquellas se hacen solo ocasionalmente.

Enlaces

Como leer hidráulicos en inglés, escrito por Chris Joose